Juan Rumi
Todos a ti llegaremos
vencidos
o después del tiempo
igualmente
vencidos
todos en ti llegaremos.
*****
Jacinto Celemín
POEMA INACABAT
El día huye del almanaque retorciendo pezones verdes mientras gotas de leche caen al pie de la higuera entre las plumas de los canarios marrones. Es agosto. En el puchero de barro, las lentejas juegan a los delfines con la zanahoria y el ajo, a la vez que una columna de hormigas baja bajo la tierra buscando sombra y no la haya. Es agosto. Virgen y casto. El agua traída de la fuente esta seca como harina de artesa y las cigarras mueren en el aceite de la tarde. El mar, ofendido, escupe sobre el rebalaje invertebrados bustos de corcho obstinados en crucificar al deseo cual vejiga de cabra musical.
Yo, una vez más, desando las escaleras de la noche, peino la brisa con la sábana y mientras mis párpados aletean como una mariposa que liba, construyo versos sin rima:
hoy te vi, a lo lejos, esperando que llegara
*****
Música y texto de Luis Fiestas
POEMA
I. Soy tu sueño, amada.
Envuelto en un manto de viento,
vengo a cantarte.
II. Libre del tiempo,
duermes, amada mía.
En el arrullo del cosmos,
sueñas…
III. Sueña con la fiesta de los pueblos,
sueña con el baile y la alegría.
Corre, ríe, goza,
canta el canto de la vida!
IV. Ay, de la soledad!
Ay, de la distancia!
Ay, de mi yo lejano!
Como una estrella,
brillo en el firmamento
y no me reconoces.
Te canto al oído
y no me escuchas.
Ay, de la soledad!
Ay, de la distancia!
Ay, de mi yo lejano!
V. Cómo poder decir
tus labios,
tos ojos sonrientes.
Cómo decir tu belleza,
(sueño amable,
agua en el desierto)
Cómo poder!
Porque el verbo se me ha ido
y decir ya no es decir,
es el espejo de lo dicho.
Y mis palabras y pensamientos
se han vuelto ilusión.
Disgréguese mi alma en un baile solitario
y vuelva a nacer!!
Porque el verbo se me ha ido
y decir ya no es decir,
es tan sólo el espejo de lo dicho…
VI. Duerme,
sueña, amada,
hermosa en tu inocencia.
Mañana no recordarás
la caricia de mi beso.
Si miras las estrellas y la luna,
quizá estaré allí.
Si miras el océano y el desierto,
tal vez estaré allí.
Duerme amada mía,
hermosa en tu inocencia.
Aunque te amo,
no puedo quedarme….
*****
Juan Rumi:
ACCIÓN DE GRACIAS
Al hombre
que muere de sed
y bebe con dignidad
un vaso de cerveza.
Al hombre
que ha fundado su soberbia
clavando el dedo sobre un mapa
y se fuma sus días lentamente.
Al hombre trabajador
que ha pesar de su cansancio
debe rosear con insecticida
a la obstinación de las hormigas.
Al hombre que con su amargo rostro
se defiende valerosamente de los niños.
Al hombre que estima profundamente a su peine
o se cae todos los días
al fondo abismal de sus bolsillos
o resucita cada mañana.
Al hombre debo darle gracias
por el terror que le tiene al silencio...
Debo al hombre darle gracias por el fuego,
lumbre sin la cual no habría encendido mi vida.
SOMBRA DE OLVIDO
Florecillas aladas que la última primavera sembró
frutos que endulzan el aire fresísimo del verano
explosión de vida en cada brizna
aquí la luz rompe toda noche.
Escuchad… silencioso camino
un ruiseñor muere
sombra de olvido
madre tierra lo abraza
cobijado sueño.
Díganle florecillas
díganle
fresas que perfuman este bosque de sombras
díganle
aquí duerme su corazón en el mío guardado
de pie todavía
de pie para volar
de pie para cantar
de pie
latido
furioso
de amar.
*****
Unas poemas de Arturo Corcuera
NOÉ DELIRANTE
I FÁBULA DEL SÚPER RATÓN MICKEY, TENEBROSO AGENTE DE LA CIA
Mickey,
súper, núbil, candoroso
y giratorio ratón
manejado a control remoto,
cibernético digitígrado
con alas plateadas
de helicóptero.
Cinta magnetofónica y ojo
mágico en la cabina
del jet, en
los armarios, en
los teléfonos, con cámara
fotográfica, Mickey,
en el cajón, merodeando
con lupa en el tejado.
En este ratón, ¡miau! ¡miau!
hay súper gato encerrado.
II FÁBULA DEL ÁGUILA Y UNO DE SUS MIL DISFRACES
Emponzoña,
acosa y asesina
a pico y uña taladrando
las entrañas del Globo.
Para atenazar su presa
y digerir el robo,
se hace pasar el Águila
por la Gallina
de los Huevos de Oro.
III FÁBULA DEL ESPANTAJO
¡Cómo
llora
en silencio el espantajo
con
lá-
gri-
mas
blan-
cas
que
le
ha
pintado
un pájaro!
IV FÁBULA DE LA GOLONDRINA Y EL CIENPIÉS
En el lento invierno
o blanco verano,
don ciempiés
está todo el tiempo
mustio y desolado
Cierta vez
una golondrina
lloró en los tejados
al ver en la vía
tantos pies descalzos.
V FÁBULA DEL ESCARABAJO
Le huyen todos los saltamontes.
Las arañas detienen
minúsculos talleres
Las cigarras enmudecen
mientras irradia sombras.
Burgués contaminado,
escaravaro
escabizbajo,
lleva un mundo en sus manos,
maese escarabajo.
VI FÁBULA BIOGRÁFICA DEL ZANCUDO
Noctámbulo y sinuoso
emblema de la parca,
arrastra mala fama
en toda la comarca.
Por su sed insaciable
y su cárdena renta:
espectro de oligarquía
No vive de sus manos,
colérico y picudo,
sorbe la sangre ajena
el fúnebre
zancudo
VII FÁBULA DE LA ARAÑA OBRERA
Humildísima,
sin palillos,
sin taller,
hila,
teje,
la araña
mal remunerada.
Parte es
de la pared
hasta que llega
la espada.
VIII FÁBULA DE LA CAMARADA ABEJA
La abeja que madruga a libar flores…Góngora
Solícita,
gustando flores,
disipas
la vida amarga,
camarada abeja.
Te gana
tu amor profundo.
Comparto,
obrera,
tu sueño,
tu afán
de endulzar el mundo.
IX FÁBULA MÁGICA DE LA GUITARRA
De su ancestral regazo
ramas ni pluma añora
sólo reclama brazos.
Pájaro
que se convierte en árbol
para levantar su nido.
Árbol
que se transmuta en pájaro
al primer sonido
A Luís Alberto Peláez
***
X DE ÁRBOLES Y TRENES
1 Un caballo al galope
es menos veloz que un árbol
mirado desde un tren en marcha
2 Los árboles y los trenes
nunca se pondrán de acuerdo:
cuando el tren va a la ciudad
los árboles están de regreso.
XI DE AGUAS Y PARAGUAS
(Pequeño diluvio)
Como copie a la nube
su forma de llover,
la cebolla va a obligarme
a comprar un paraguas.
(Libertad provisional)
Cuando llueve
todos quedamos enjaulados
¿Ni el paraguas
puede liberarnos?
XII CIELO Y RÍO
(variaciones)
(Lluvia)
A las alturas
del cielo
le debe el río
su profundidad.
(Destino)
Cielo y río
van juntos
a confundirse
en el mar.
(Unión)
Por más que se aleje,
jamás el cielo
se separa del río.
(Temor)
De tanto bañarse
en sus aguas el cielo
teme ahogarse en el río.
(Primavera)
Por las noches
se mira el cielo
en el río que corre
cargado de estrellas.
XIII FÁBULA DE LA LUCIÉRNAGA Y SU SUEÑO TERRORÍFICO
1
Diamante en trizas
Semáforo diminuto
que señala el rumbo
de las libélulas.
Posada sobre un madero
cantas intermitente,
astilla de lucero.
2
Errante linterna
de los atajos
Pavor
la luciérnaga
sintió entre las vides,
soñándose en brazos
del matacandiles.
XIV JUEGO DE LUCES
La luciérnaga asesina
amenaza con lanzarse
a un tanque de bencina.
¿Al darse sus zambullidas
bajo el agua las luciérnagas
continúan encendidas?
XV FÁBULA DEL POZO DE LOS SUEÑOS
Tiene sed de alzar el vuelo
y en una embriaguez de estrellas
sueña que ha llegado al cielo
el pozo de los sueños
XVI CICLOS DE LA VIDA
Vuelve todo a la tierra,
nuestro cuerpo,
los pájaros,
el polvo de las estrellas.
Retornan a la tierra
otros cuerpos,
otros pájaros,
otras estrellas
que iluminan nuestros cuerpos
soñando bajo la tierra
mientras callan los pájaros.
XVII OTOÑO NOCTURNO
En noches de insomnio
el oído atento,
impaciente el corazón,
escucho el llamado
persistente,
cada vez más cercano,
de las raíces
y los muertos.
XVIII LO FATAL
Por este arisco atajo
–oh hueco negro– adónde iremos,
de qué estrella venimos,
el Arca que nos trajo
dejó caer sus remos,
aún no llegamos y ya nos fuimos.
Coda (repetición del preludio)
COLOFÓN
1. Aquí encalla el arca de Noé delirante.
2. Libertad es irradiar salud en su doble sentido espiritoso, es expresarnos aún con la boca cerrada en la que no entran moscas (en estos tiempos ni los frejoles).
3. Delirio de libertad es el delirio de Noé. Todo tiende a tener alas o a soñar (es lo mismo).
4. Cuando digo libertad sé perfectamente bien lo que digo.
5. Cierro este libro sin vencer ni ser vencido en esta mi guerra de Treinta Años con la página en blanco –estepa solitaria por la que anduve, ¡ay de mi!, solo, sonámbulo y delirante–, yo, Noé, el menos justo y perfecto de los mortales.
*****
Texto: Jacinto Celemín
TODO O NADA
Un día nocturno, prendió el vuelo hacia los cimientos, por el río de cantos de ébano, rodeado de alambres de oro, entre cruces sin ramales. El cazador de alforja había vuelto con un maná de peces y escalofríos. Una lombriz señalaba el centro del círculo sobre la circunferencia. El muerto respiraba ya a grandes bocanadas de vacío. Cuando la marcha nos hizo finalmente descansar, tuvimos el valor de sentarnos y al despertar, nuestros ojos se cerraron y el alba volcó sobre nosotros los tanques de la noche.
La lluvia nos secó.
*****
Kommentti
Kommentoinut Luis Ayala H. on 26.6.2015 17:32
Mil gracias por este especial obsequio poético. Felicitaciones a todos. Y a Luis y a Laura cuánto les recuerdo. Un fuerte abrazo. Mi E-mail: dirayalahe@hotmail.com (pruebo encontrarles) Con un saludo especial y siempre deseándoles muchos éxitos.
Kirjoita kommenttisi